Hoy he tomado como guía para esta entrada la teoría del iceberg de Hemingway, si no estas familiarizado con ella, Hemingway la explica de la siguiente manera:"Si un escritor de prosa sabe lo suficiente acerca de lo que está escribiendo, puede omitir cosas que él sabe y el lector, si el escritor está escribiendo de forma suficientemente auténtica, tendrá un sentimiento de esas cosas tan fuerte como si el escritor las hubiera declarado.
La dignidad del movimiento del iceberg se debe a que sólo un octavo de él está por encima del agua.
El escritor que omite las cosas porque no las conoce sólo crea huecos en su escritura.
Un escritor que aprecia tan poco la seriedad de escribir que está ansioso de que la gente vea que está formalmente educado, culto o bien criado, es simplemente un petimetre. Y recuerda esto también: un escritor serio no debe confundirse con un escritor solemne. Un escritor serio puede ser un halcón o un zopilote o incluso un petimetre, pero un escritor solemne es siempre un búho sangriento."
Aunque esta teoría hace descripción a un escritor, podemos aplicarla en nuestro ámbito de diseño, pues la punta de nuestro iceberg sería el producto final que se ofrece a los consumidores; detrás de este (el cuerpo del iceberg) tenemos toda una cadena de historias entrelazadas, y una de las que usualmente queda oculta es la del productor.
En El Salvador una gran cantidad de productos se elaboran de manera completamente artesanal o con ayuda de algunas herramientas que facilitan el trabajo manual de los productores, y aquí es donde surge esta parte importante de las historias que no se cuentan: ¿cómo el productor o artesano decidió dedicar su vida a este trabajo?¿lo motivó una tradición, una pasión, la necesidad o todos estos factores juntos?.
Si tú trabajas o has trabajado con un artesano, quiero que te cuestiones si has tomado el tiempo de conocerlo y generar vínculos con él, más allá de solo un intercambio de intereses, pues el propio Hemingway menciona: "Si eliminas cosas importantes de una historia, la historia gana fuerza, pero si dejas fuera algo porque no lo conoces, la historia pierde". Debemos hacer al productor parte de nuestros procesos, y también hacerlo parte del resultado, así los consumidores podrán crear vínculos mucho más grandes con las marcas.
Con esta entrada, doy inicio a una serie en donde te iré compartiendo historias que me he encontrado en mis aventuras, las historias de productores que muchas veces no han sido contadas por nadie.
Es importante que desde nuestra experticia siempre estemos en la búsqueda de generar memoria para que los saberes e historias jamás se pierdan.
excelente lectura! muy buenos temas los que se tocan, en este caso pienso que la causa de que estas historias no se cuenten o se pierdan son por la producción en masa que se quiere hacer utilizando estos productos, donde solo interesa la venta masiva pero no la historia de como se hicieron, aun si pienso que esto solo es en estas empresas que su publico es ese 1% que hablabas en otro blog, pero la mayoria de ventas donde compramos nosotros y la gente del exterior son en nuestros pueblos, en las calles, donde ahi si te pueden decir la historia detras del producto, esta es mi manera de verlo pero concuerdo con lo que se ha dicho en este blog, muchas gracias!
ResponderEliminarAlejandro, ¡muchas gracias por tus comentarios y aportes! totalmente de acuerdo con tus puntos de vista, también es importante que nosotros cuando pasamos por el rol de consumidor cuestionemos de donde viene lo que estoy comprando, si la persona ha tenido un pago justo o si trabaja en condiciones dignas, entre todos lograremos mejorar poco a poco nuestro país. ¡Que estés bien!
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